Como ya se ha comentado en la parte experimental, al coprecipitar la disolución de las sales metálicas en medio ácido y básico se forma un precipitado de color blanco. Esto es el primer indicio de que hemos podido conseguir nuestro objetivo, ya que los nanocristales presentan coloración por dispersión, motivo por el cual son blancos, como ocurre, por ejemplo con la harina, material nanométrico con el que todos estamos familiarizados. Sin embargo se da una diferencia entre el producto obtenido en medio básico y en medio ácido. Al aumentar el pH añadiendo amoniaco precipita La(OH)3 y al acidular la disolución NdPO4.
El residuo sólido obtenido tras la centrifugación y secado presenta el material aglomerado. Estas partículas pueden de nuevo disgregarse y ponerse en disolución tratándolas con ultrasonidos. Se observa menor tendencia a la agregación de las partículas a medida que se disminuye la concentración de las sales metálicas en la disolución.
La presencia
de un surfactante como el ácido oleico puede dar lugar a la formación de
micelas con las partículas y mantenerlas en suspensión. Para comprobarlo se ha
medido el tiempo necesario para la precipitación de las cinco disoluciones
preparadas con concentraciones de ácido oleico que varían desde 0 a 30µM. Se
observa que las cuatro primeras, esto es, las
que tienen una concentración del ácido hasta de 18µM precipitan en
tiempos que varían entre tres y nueve minutos, a medida que aumenta la
concentración del surfactante. Sin embargo, la de 30µM da lugar a una
suspensión estable durante 1,5 horas. Según este resultado la concentración
micelar crítica para la formación de micelas con nuestras nanopartículas es
30µM.
En la figura 1 se muestra la distribución obtenida al
analizar una suspensión de La(OH)3
con ácido oleico, medida con
el Mastersizer 2000. Al
igual que ocurre con el resto de las muestras, se
obtiene una distribución
unimodal alrededor de un valor
central diferente en cada
caso.
Figura 1. Distribución
del tamaño de partícula en una suspensión de La(OH)3, actuando el ácido oleico como surfactante |
Figura 2. Tamaño
de las micelas formadas a diferentes temperaturas |
Figura 3. Esquema
en el que se representa la modificación en la forma y tamaño de partículas a medida que aumenta la concentración de surfactante. |
Se puede observar que en las siguientes figuras 4a, 4b y 4c las diferentes concentraciones de ácido oleico unas precipitan antes que otras, este efecto se muestra en las siguientes fotografías con tres concentraciones distintas, (10 CMC a la izquierda, 0 CMC en el centro, y 3CMC a la derecha).
Figura 4b. Disoluciones a los 8 minutos de prepararse |
Figura 4c. Disoluciones a los 12 minutos de prepararse |
En las fotografías anteriores se puede observar el comportamiento de las tres disoluciones respecto al tiempo; la primera por la izquierda con una concentración de 10CMC se queda suspendida por más tiempo que las otras dos, de 0 y 3 CMC respectivamente, que precipitan progresivamente más rápido, a lo largo de 12 minutos, viéndose en el fondo del tubo el precipitado.
Al iluminar a estas partículas con un láser(figura 5), se observaba la traza del haz de luz al atravesabar nuestra muestra como se observa en la siguiente fotografía. Esta dispersión del haz pone de manifiesto la presencia de partículas de muy pequeño tamaño y, por consiguiente de nanocristales.
En las figuras 6 y 7 se representa el espectro de emisión de los precipitados obtenidos en medio básico y ácido, La(OH)3 nominalmente dopado con neodimio y NdPO4 respectivamente. En ambos espectros aparece una banda centrada en 1064 nm aunque con mucha más estructura en el caso del NdPO4. Esta banda es característica del Nd3+, lo que confirma la presencia de dicho ion en las dos redes cristalinas confiriéndolas propiedades luminiscentes. Este resultado es sorprendente en el caso del fosfato, ya que el Nd es un componente mayoritario y no se produce una extinción de la luminiscencia por concentración, algo habitual en los macrocristales.
Figura 6.Espectro
de emisión de la muestra de La(OH)3 nominalmente dopada con Nd3+ |
Figura 7. Espectro de emisión de la muestra de NdPO4 |
Estos
resultados muestran que se han obtenido partículas de La(OH)3:Nd y
NdPO4 de tamaño nanométrico
con propiedades luminiscentes. La combinación de
estos nanocristales con
grupos carbohidratos
(glyconanopartículas) permitiría el guiado de la partícula por el organismo
hasta el foco de la enfermedad. Si se introducen dentro de estas glyconanoparticulas antigénicos para cáncer,
que permitan su detección, y péptidos inmunogénicos, que provoquen una
respuesta inmune, junto con ARN de interferencia, se puede intervenir en el
proceso de creación de proteínas en los ribosomas, haciendo que la célula
tumoral quede aturdida, reduciendo su extensión, mientras el tumor es detectado
gracias a la emisión en el infrarrojo de los nanocristales. Son lo que se conocen como nanomisiles,
capaces de encontrar la célula maligna y atacarla selectivamente no dañando las
sanas que hay alrededor.